Su cofundador, Gustavo Villota, explica que la empresa avanza en su desarrollo. Tiendas nuevas en EE. UU. y en otra ciudad colombiana, en los planes.
POR: PORTAFOLIO
PERIODISTA: CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
Abrir en Estados Unidos un ‘templo’, como denominan sus cofundadores a las tiendas e impulsar su portafolio innovador que incluye velas, jabones y exfoliantes, son los planes de Café San Alberto, que se produce en Buenavista, Quindío, y que desde 2007 ha forjado su condición como marca de lujo.Gustavo Villota, su cofundador, revela lo que viene para el negocio que ha construido con su hermano Juan Pablo.
¿Cómo va San Alberto?
Es el más premiado de Colombia. Tiene más de 42 premios a nivel internacional, por lo que se le reconoce la consistencia y la capacidad de replicar en el tiempo un sabor que gusta. El último premio fue el de Tres estrellas doradas por el Instituto del Sabor y la Calidad de Bélgica. Ahora sentimos que ese sabor que queremos brindar a través de una taza de café puede trascender.
¿Y qué han logrado?
Hemos desarrollado un portafolio basado en las experiencias sensoriales. Empezamos en el 2020 con el lanzamiento del jabón, luego una chocolatina, una vela y un scrub (exfoliante). Y planeamos nuevos desarrollos.
Todo lleva olor y partículas de San Alberto. Este trabajo no se trata solo de abordar las categorías sino también de abarcar el componente del café a nivel de textura y aroma.
¿Quién les produce el portafolio distinto al café?
El desarrollo es nuestro y tenemos acceso a varios aliados, teniendo presente que dado el posicionamiento de la marca, deben estar a la vanguardia en calidad y propuestas de gama alta. Viene un ‘lip up’ (bálsamo labial) de San Alberto.
Sentimos que ahí hay un portafolio bien grande y que podemos sacarlo adelante en la medida en que tengamos unas tiendas que nos permiten, no depender de la codificación de terceros, aunque viene la codificación.
¿Dónde van a entrar?
Se viene una noticia interesante y es la de tener este portafolio en Carulla. Nos parece que es una cadena que ha apostado por la categoría de café.
También hay tiendas de artesanías y de productos gourmet, abiertos a explorar esta línea extendida con el portafolio sensorial de San Alberto. Aquí hay una gran apuesta y creo que seguiremos siendo una compañía de café, sin miedo de participar en otras categorías y con la seguridad de que el consumidor está interesado.
¿Cómo van en tiendas?
Seguimos fuertes en Amazon, somos la primera compañía de café de una sola finca. Ellos distribuyen directamente y tienen su propio stock, lo que garantiza la frescura. Luego viene la línea con el portafolio sensorial. Están los ‘templos’ de café que son cinco ahora: el original, en la finca en Buenavista, Quindío; el del Museo del Oro, el de Usaquén, el del Edificio Avianca en el centro de Bogotá, y el de Cartagena, que tiene entre 60% y 70% de la Plaza Santo Domingo.
¿Cómo distribuyen las ventas en estos negocios?
Cerramos el 2022 con cerca de $11.000 millones. De ahí, un 80% está volcado a café tostado, un 15% a consumo en tiendas y el resto a la innovación.
¿Cuál es la presencia a nivel internacional?
Tras la pandemia, tenemos la idea de retomar proyectos de tener una presencia física por fuera de Colombia.
Nos parece que ese modelo de presentar la marca primero a través de un templo y luego llevarlo a través de las bolsas a la casa es un recurso bastante válido para nosotros.
Hoy en día estamos bastante enfocados en el mercado de Estados Unidos con ese bastión que es Amazon y con distribuidores que hacen la tarea comercial. Tenemos unos grandes aprendizajes y una buena experiencia con el mercado latinoamericano.
Nos sorprenden los mexicanos, los chilenos y los paraguayos. Tenemos algunos distribuidores en Suecia, Dinamarca y Finlandia. Todo se vende tostado bajo la marca San Alberto.
¿Está cerca la apertura fuera de Colombia?
Nosotros creemos que de aquí al primer semestre del 2024 debería haber una o dos tiendas en el mercado norteamericano.
Vemos como lugares muy fuertes California, La Florida o Nueva York, avanzados en el tema del consumo del café.
¿Y la expansión en otras ciudades colombianas?
Medellín, Cali y Barranquilla no dan espera y tenemos claro que San Alberto tiene que tener ‘templos’ para el café en estas ciudades porque el consumidor lo pide, porque sabemos de la evolución que hay en el consumo.
¿Hay un plan de inversiones?
Por fortuna tenemos recursos para la expansión nacional y la primera etapa de la internacional se haría con recursos propios.
Estamos abiertos a aliados en la operación, no bajo el modelo de franquicias. Creemos que una propuesta con tanto rigor, en el servicio, en la operación, no bajo el modelo de franquicia. No son sitios funcionales sino de destino.
Las últimas estimaciones dicen que abrir una tienda San Alberto, que supere los 120 metros, puede requerir $500 millones, cada una.
Creemos que, por su parte, en Estados Unidos podría estar rondando entre S$250.000 a US$300.000 por sitio.
¿Cómo ve al consumidor de café?
La tendencia del café de especialidad explotó o se aceleró en pandemia y quedan esas consecuencias y la gente no da un paso atrás en calidad. El colombiano es muy buen consumidor de café de especialidad.
Agradecimientos a:CONSTAANZA GÓMEZ GUASCA
Periodista de Portafolio